Paso a paso, en la montaña y en la vida

• Uganda
• 27 julio, 2011
• |
• 21 Comments

Soy una mujer feliz. Lo digo con sinceridad y sin pretensiones. Los que están cerca de mí saben que es así. No sé cuándo empezó pero no tiene que ver con que ahora esté haciendo este viaje increíble por el mundo, hace varios años que soy feliz. Mi amiga Andrea se burla diciendo que estoy en otro “estado” del ser humano y estoy segura que no es cierto, el secreto no es secreto y lo aprendí en la montaña y lo vivo a diario: hay que ir paso a paso.

Mi suegra diría: “el futuro es ya”, y básicamente de eso se trata. Muchas personas a mi alrededor viven en el futuro: cuando me case, cuando cambie de trabajo, cuando esté en vacaciones, cuando los hijos estén grandes, cuando me jubile… Y en ese pensar en algo que tal vez nunca pase, se pierden de las cosas maravillosas que nos da el presente.

Así es la montaña. Hay que aprender a quererla a cada paso, en el presente que nos ofrece. Así fue mi ascenso a uno de los volcanes de Uganda.

Luego de visitar los gorilas de lomo plateado, tomamos un hiking guiado al volcán Sabinyo (3,647 msnm) en el que se ascienden tres cimas, la más alta de ellas frontera común entre Uganda, Rwanda y Congo. Nuestro grupo estaba compuesto por otro turista, Daniel (un americano que vive en Alemania), un ranger (armado, en caso que nos encontráramos con elefantes o búfalos, para ahuyentarlos), un guía (Richard), un asistente de guía (Evarist) y por supuesto David y yo.

En la base de la montaña, se observan los terrenos que anteriormente fueron explotados por los campesinos y que ahora hacen parte del Mgahinga Gorilla National Park, allí vimos las huellas de los búfalos. Luego de ascender unos metros, un hermoso bosque de bambú dejaba ver las marcas del paso (muy reciente) de los elefantes. Nuestro camino empezaba a hacerse empinado y para mí era difícil seguidor el paso al resto del equipo.

Paso a paso. La montaña se ve tan inmensa y tan lejana, que pensar en todo lo que falta debilita los deseos de intentarlo. También pasa en la vida. Comprarse una casa de varios millones cuando al mes apenas se logran ahorrar unos pesos?

Cada vez que el equipo paraba para tomar una fotografía o comentar sobre la vegetación, yo me afanaba en atrapar bocanadas del aire que me hacía falta para seguir adelante. A nuestra izquierda, los volcanes Muhavura y Gahinga. Mientras dejábamos atrás el bosque de bambú, aparecían árboles muy altos, cubiertos de musgo, que agitados por el viento crujían permanentemente.

En cuanto ganamos un poco más de altura, tuve que decirle a David que estaba cansada. Paramos por unos minutos y Richard me alentó diciendo que estábamos a media hora de la primera cima. David se colgó su morral y el mío y pude seguir caminando sin peso.

Algunos pasos son tan empinados, que hay escaleras de madera para poder subir (como las que usan los pintores de brocha gorda) y recordé que el folleto en el centro de visitantes hablaba del ascenso a la tercera cima usando escaleras. Yo apenas me defendía para subir y Evarist (siempre detrás de mí) me recibía los treking poles para que pudiera agarrarme con ambas manos.

Y así pasa también en la vida. A veces debemos dejar ir personas, oportunidades, posesiones, sentimientos, para poder aferrarnos a lo que es realmente importante en el camino. En esos momentos contar con el apoyo de nuestra familia, de nuestros amigos o de nuestros compañeros de camino hace que todo sea más fácil.

Entre más ascendíamos, más frecuentes se hacían las escaleras. David me miró vacilar ante una de ellas y me preguntó qué pasaba, yo le dije “tengo terror de pensar en el regreso” y él me aconsejó “sólo piensa en este momento, ya pensaremos en cómo bajar cuando estemos bajando”. Así es mi esposo, lleno de sabiduría, recordándome el “paso a paso”.

Llegamos a la primera cima y teníamos al lado derecho a Uganda y al lado izquierdo a Rwanda. Descansamos unos minutos y seguimos hacia la segunda cima. El camino se puso peor. Un viento helado soplaba desde Rwanda y nosotros estábamos caminando por un filo muy estrecho, abajo se podían ver los precipicios de roca formados por las erupciones del volcán. Y de nuevo más escaleras.

En la segunda cima dejamos los treking poles y pudimos ver lo que nos esperaba: al frente el ascenso a la tercera cima era prácticamente una escalera vertical de unos 200 metros de altura. Con mi miedo a las alturas (no le temo a subir, le temo a caerme!) suspiré profundo y empecé a caminar.

En efecto el ascenso fue totalmente vertical. Algunas veces tenía que tomar aire para darme fuerza y sólo mirar hacia arriba. En esos momentos pienso mucho en mi mamá, porque ha vivido un proceso de recuperación muy lento desde su cirugía el año pasado y sé que aunque a veces ha querido dejarlo todo, vuelve a toma aliento para seguir adelante. Ella me inspira a seguir avanzando.

Y por fin, la tercera cima: Uganda, Rwanda y Congo unidos por una línea imaginaria en esa montaña. Al lado de Rwanda podíamos ver una ciudad, mientras los otros dos países conservan aún la selva en la que viven los gorilas y otros animales salvajes. Especialmente al lado del Congo la selva era impenetrable.

Almorzamos, con fuertes corrientes desde el lado de Rwanda e iniciamos el descenso. No se imaginan el miedo que tenía. Paso a paso. Sólo concentrándome en cada escalón. Y así, lentamente y paso a paso, dos horas y media después regresamos a la base de la montaña (el trayecto total, incluyendo las paradas que hicimos nos tomó 7 horas).

La satisfacción fue total. La montaña aunque difícil, me permitió llegar hasta la última cima. En la montaña, y en la vida, cuando las dificultades se abordan paso a paso es más fácil enfrentarlas y la felicidad se convierte en disfrutar de este momento presente con lo que tenemos ahora.

No se trata de ser conformistas, se trata de entender que el único momento importante es el que estamos viviendo, que las decisiones que tomemos ahora transformarán completamente nuestro futuro. Qué tal si en lugar de pre-ocuparnos nos empezamos a ocupar de nuestra vida?

Para ver las fotos del ascenso, haz clic aquí

Te invitamos a suscribirte para que estés al tanto de todas las actualizaciones del blog:

Y a seguirnos en redes sociales:

• Twitter: @viajaliviano
• YouTube: ViajaLiviano
• Instagram: @viajaliviano
• Facebook: ViajaLiviano
• Pinterest: Viaja Liviano