Esto es África

• Botswana, Sudáfrica
• 27 junio, 2011
• |
• 3 Comments

Luego de haber vivido la experiencia de visitar Kruger (Sudáfrica), Delta del Okavango y Chobe (Botswana), puedo decir que es algo realmente impactante, que definitivamente te deja momentos para toda la vida.

Durante las últimas tres semanas, hemos recorrido grandes distancias, dormido en carpa en por lo menos 10 de los días, conocido mucha gente, visto hermosos paisajes, pero sobretodo, hemos hecho lo que vinimos a hacer a este continente: ver animales.

En mi entrada pasada, mencioné que no teníamos muchas expectativas de Kruger. Sin embargo, debo decir que todo lo que esperábamos fue superado. Kruger es un lugar bien organizado, yo lo comparo con un zoológico gigante. Allí, los animales viven libres y sobreviven por su propia cuenta. Sin embargo, hay una intervención humana en cuanto a algunos lugares cercados y control de la población de algunos animales, como por ejemplo, los elefantes que en este parque están sobrepoblados, causando así un desbalance en la cantidad de árboles de algunos sectores. El parque tiene una red de carreteras bastante grande, la mayoría de ellas pavimentada, y una red de campamentos (12 principales y unos pocos secundarios) muy bien equipados, con casas, carpas gigantes con camas y lugares de camping. Cada uno de los campamentos esta cercado y por lo tanto una vez adentro, no existe la posibilidad de encontrarte con ningún animal salvaje.

Dentro de estos lugares, te sientes como en una miniciudad, con restaurantes, museos e inclusive encuentras lugares para hacer compras, desde comida para hacer tu braai en la noche (BBQ), hasta equipo de acampar. Una vez estando dentro del parque, recorres las diferentes carreteras en busca de animales, los cuales sorpresivamente, puedes econtrarlos fácilmente cruzando la calle o simplemente descansando sobre ella en busca de calor. Los recorridos se hacen al amanecer y al atardecer, ya que estos son los momentos del día en que la mayoría de ellos salen a realizar sus actividades. De esta forma y durante dos días y medio, vimos todo lo que esperábamos y más: elefantes, búfalos, zebras, leones, impalas, rinocerontes blancos, hipopótamos, jirafas, jabalíes, cocodrilos y toda clase de antílopes y aves, todos ellos viviendo a su libre albedrío, libres, puros, salvajes. La sensación al verlos tan cerca es realmente inolvidable y literalmente indescriptible. Como dicen por ahí, es algo que se debe vivir.

Luego de visitar Kruger, continuamos para Botswana, a visitar el Delta del Okavango y Chobe. Para ello, contratamos una compañía de safaris que nos proporcionó todas las facilidades e infraestructura para recorrer estos lugares. Nos unimos a un grupo de otras 6 personas, tres guías y un cocinero. Con ellos recorrimos grandes distancias en busca de animales y si que fue una experiencia bastante diferente a la de Kruger, ya que en estos parques las zonas de camping son apenas un número en un árbol, sin agua, ningún tipo de facilidad y lo más impresionante, sin cercas, por lo que los animales pueden circular libres por el campamento y en muchas ocasiones lo único que tenías entre tu y ellos era sólo unos metros de distancia o tu tienda de dormir.

Casi todas las noches cambiamos de campamentos y en la mayoría de ellos fuimos visitados por elefantes, jirafas, hipopótamos, hienas y otra cantidad de animales que ni siquiera conocíamos como la Honey Badger. El itinerario cada día siempre era el mismo, nos levantávamos a las 5 y 30 de la mañana con un frío terrible, tomábamos un frugal desayuno compuesto por pan, cereal, leche y café, empacábamos todo e íbamos en busca de los animales hasta el medio día en el que tomábamos un corto almuerzo casi siempre compuesto por algo frío como un sandwich e instalábamos el nuevo campamento.

Luego, de un pequeño descanso, a eso de las cuatro salíamos de nuevo a recorrer el lugar en busca de más animales hasta alrededor de las siete, hora en la que comíamos y nos sentábamos a hablar un rato alrededor de una fogata. Alrededor de las nueve, todos nos íbamos a dormir. En promedio, te pasas ocho horas diarias sentado en el carro viendo animales, así que si a eso viniste, como nosotros, a ver animales, tendrás tiempo de sobra. La recompensa de este magnánime esfuerzo no se hace esperar. Fuimos testigos de las más conmovedoras escenas, momentos que te hacen derramar algunas lágrimas. Cientos de elefantes tomando un baño, una camada de diez leones jugando a orillas del río Chobe, una jirafa lactando a su cachorro recién nacido, miles de búfalos a sus anchas en medio de un centenar de zebras y elefantes, un leopardo cazando y otro siendo molestado por chacales, y cada día, un atardecer africano colmado de colores. Cuantos recuerdos y experiencias inolvidables, algunos de ellos plasmados en más de mil fotografías. Botswana, nos ha dejado una espina, un inquietud, una intranquilidad, que solo podremos calmar regresando a ella. Aquí, en pequeño hostal en Zambia, a tan solo unos días de haberla dejado, la añoro.

Esto es África, inhóspita, salvaje, extrema, adandonada. Mejor conocerla que ignorarla.

Saludos,

David P

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Al momento de escribir este post no pudimos subir muchas fotos por las dificultades de conexion en Africa, ahora (3 meses despues) nos ponemos al dia desde China:

• Delta del Okavango
• Chobe
• Cataratas Victoria

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