Jerusalén, recorriendo una de las ciudades más sagradas del mundo
Jerusalén – Israel, 28 y 29 de octubre de 2017
Viaje por el Mundo 2017 – Días 279 y 280
Llegando a Jerusalén
Llegamos a Jerusalén un 29 de octubre de 2017 como parte de nuestro recorrido por Israel, último destino de un viaje de 11 meses por 17 países.
Asa, nuestro amigo Judío que conocimos en Chimoio, Mozambique y con quien pasamos gran parte de nuestro tiempo en ese país, nos había encontrado en la estación de buses Tel-Aviv. Tomamos una hora para llegar a la mágica ciudad y treinta minutos más para llegar a la la casa de Asa ubicada en un barrio cercano a una de las principales universidades.
Corriendo por el Centro Histórico de Jerusalén
Muy temprando en la mañana me dispuse a correr un poco. Un circuito de 13 kilómetros fue suficiente para poder descender al centro histórico y disfrutar brevemente de sus calles apenas con las primeras luces del día y sin el vertiginoso movimiento de los cientos de miles de turistas que la visitan durante todo el año.
En el Centro Histórico
Ya era el medio día cuando volvimos, esta vez no en ropa deportiva, a descubrir el centro histórico. El panorama era totalmente diferente al de la mañana: atestado de personas de múltiples nacionalidades pero al mismo tiempo con una energía particular proveniente de la esperanza y sueños de vida hechos realidad de los transeúntes. Es bien sabido que para muchos, visitar esta ciudad es un propósito importante, algo que se puede comprobar una vez estás allí. De hecho se habla de personas que tras visitar la ciudad se sienten iluminadas o elegidas, regresando a sus hogares creyéndose una especie de mesías moderno. Pues bien, a lo largo de sus calles observamos múltiples procesiones que con cánticos y rezos adoraban a su dios. Todos sumidos en un mundo ajeno para nosotros pero que observamos con gran curiosidad.
No es para menos. Jerusalén es sin duda alguna el lugar donde han sucedido algunos de los acontecimientos religiosos más importantes que han permeado casi la totalidad del mundo occidental y gran parte del mundo oriental. Moisés, quien murió en el exilio sin poder pisar la tierra prometida por su falta de credibilidad, envió a sus emisarios levitas con las míticas tablas de mandamientos a la tierra hebrea. Posteriormente, las tablas, custodiadas por la gran Arca de la Alianza, serían el epicentro del gran Templo de Jerusalén, construido por Salomón, destruido por Nabucodonosor II en el 586 AD y luego por el imperio romano en el 66 DC. Del Arca no queda mucho más que leyendas espectaculares y del templo hoy solo queda su muro occidental, mal llamado muro de los lamentos, y sitio de culto diario para miles judíos.
El maravilloso Domo de La Roca
Jerusalén también es el lugar del Domo de La Roca, que representa el lugar en el que Mahoma ascendió a los cielos acompañado del Arcángel Gabriel para recibir instrucción divina. Al mismo tiempo es un lugar venerado por Judíos y Cristianos quienes afirman que fue allí, sobre la roca, donde Abraham estuvo a punto de sacrificar a su primogénito Isaac por orden de Yahveh. Adicionalmente, los judíos mantienen la creencia de que esta roca fue usada por su dios para crear no sólo a Adan, el primer hombre, sino al mundo entero. Como turistas sólo pudimos entrar al complejo tras una larga fila de dos horas. Una vez allí, solo pudimos ver su exterior ya que la co-administración Jordana sólo permite su ingreso a los musulmanes quienes lo hacen por la parte posterior y naturalmente, sin hacer fila alguna.
El paso de Jesús por Jerusalén
Por si fuera poco, Jerusalén también fue lugar de predicación de uno de los profetas más impresionantes y magníficos que ha tenido nuestra civilización, Jesús. Las enseñanzas e ideologías que dejó tras su muerte han estado en el centro la civilización que hoy, para mal o para bien, ha impactado la totalidad de la vida del planeta tierra: la cultura occidental que, con sus raíces en el antiguo Egipto, fue las bases del imperio Romano y mas recientemente del imperio Anglo que con su Gran Bretaña, dominaría el 70% de la tierra a finales del siglo 19.
Pues bien, Jesús fue sentenciado y condenado a muerte en Jerusalén. Aún pueden identificarse lugares históricos tales como el lugar donde Jesús enfureció con los comerciantes por estar vendiendo sus baratijas al lado del Gran Templo y los puntos de su procesión hacia el Calvario o la Gólgota, donde las mítica cruz le quitó la vida. Y es en este punto, donde se encuentra quizás el lugar más sagrado para el cristianismo, la Iglesia del Santo Sepulcro. Dicen que allí reposan los restos de Jesús, la cruz donde murió y la piedra donde yació su cuerpo tras la crucifixión. El lugar es custodiado por una familia Musulmana que solo permite tocar la famosa piedra y ver la parte posterior del sepulcro tapiado con una gran piedra de mármol. La cruz fue guardada tras ser constantemente despedazada por devotos ansiosos de tener un único recuerdo de sus viajes por estas tierras. Pese a la gran cantidad de gente y a la larga fila de hora y media que tuvimos que hacer para ver la lápida de la tumba, bien vale la pena la visita más por la energía que se desprende del trance de cientos de personas que por las mismas reliquias que allí se alojan.
El Jerusalén Moderno
Otro punto especial de la gran ciudad es su parte exterior, la que vive fuera del centro histórico y la que es quizás menos conocida por las hordas de turistas. Recorrer sus calles limpias, paseos comerciales, disfrutar del inmenso placer que produce apreciar la vida de los demás y comer sandwiches de delicioso falafel y humus fue una experiencia inigualable.
Así terminaron nuestros días en esta ciudad. Un lugar que, a pesar de ser tan lejano para nosotros, ha estado siempre en nuestros cuentos, leyendas y mitos. Un lugar que bien ha sabido poner su huella en una civilización que ha transformado el planeta tierra como nunca antes un ser vivo lo había hecho. Un lugar que es hoy epicentro de un conflicto que tiene pocas probabilidades de terminar pronto, pero que al mismo tiempo es ese conflicto que lo ha mantenido bien preservado y al servicio de todas las religiones. Un lugar único que bien merece la pena conocer.
Recomendaciones para visitar Jerusalén:
- Si es posible, elige los meses menos calientes ya que el calor del verano sumado a la cantidad de turistas, puede ser bastante sofocante.
- En la ciudad antigüa toda la comida es costosa, más aún que en el resto de la ciudad y del país, si estás en un presupuesto limitado, lleva tu propia comida y agua.
- Una alternativa, para un refrigerio ligero, es ir a Cofix cerca a El Cardo, esta cadena se encuentra en varias ciudades y su política es que todos los productos tienen un precio fijo de 6 ILS.
- Intenta iniciar el recorrido temprano, en especial para dos lugares que suelen estar muy llenos: la Iglesia del Santo Sepulcro y la fila para ingresar al Monte Templo donde está el Domo de la Roca. Los horarios para este último son restringidos y cambian dependiendo de la época del año, así es que infórmate antes de ir y empieza a hacer la fila por lo menos con 1 hora de anticipación.
- Recuerda vestir de manera recatada, ya que los lugares de culto pueden restriguirte el acceso.
- Para movilizarnos por la ciudad nosotros elegimos el transporte público, se puede pagar directamente en los buses.
Te invitamos a suscribirte para que estés al tanto de todas las actualizaciones del blog:
Y a seguirnos en redes sociales: