Las mariposas monarca – Valle de Bravo México
Llegué a vivir a México el 9 de noviembre de 2012. Hugo me recogió en el aeropuerto, con mis dos maletas y con Mono. Mono seguía tranquilo a pesar de llevar casi 10 horas encerrado en el guacal, 12 horas sin tomar agua y 24 horas sin comer. Hay que ser un pastor alemán muy especial para soportar todo eso sin quejarse ni una sola vez.
La primera vez que vine a México fue en el 2004. Recuerdo haber pensado: “me gusta pero nunca viviría aquí”. Nuestro hostal quedaba tan central que desde la terraza donde servían el desayuno se veía a pocos metros la catedral. Nos encantó el Museo de Antropología, la comida en Mérida, los cenotes en Tolum, Agua Azul y Misol-Ha, el Cañón del Sumidero y las pirámides de Palenque. Aquí una pequeña muestra de cómo nos veíamos en esa época:
Algo que nos quedó faltando en aquella época fue ir a conocer las Mariposas Monarca. Y ahora que vivimos aquí casi nos perdemos la temporada, pero finalmente lo logramos. Visitamos el lugar llamado Piedra Herrada en Valle de Bravo. Aunque hay muchas cosas para hacer en la zona, teníamos muy poco tiempo porque no logramos concretar una guardería para Mono y no teníamos claro si podíamos llevarlo o no.
Para hacer la historia corta, las mariposas viajan desde Estados Unidos y Canadá a México, para pasar el invierno y reproducirse. Están aquí entre octubre y marzo de cada año, en unas zonas específicas donde se acumulan en “racimos” vivientes de alas amarillas. Nosotros condujimos desde el DF hasta Valle de Bravo siguiendo la carretera Federal 15, aunque es una vía muy rápida, dimos una vuelta muy grande, ya que nuestro destino no estaba en Valle de Bravo sino a 25 km al oriente (y esta ruta nos llevaba exactamente a la otra dirección). De Valle de Bravo tomamos la vía hacia Los Saucos y desde allí a pocos kilómetros en la carretera que va hacia Toluca se encuentra la entrada a Piedra Herrada. El recorrido nos tomó aproximadamente 2.5 horas y tuvimos que pagar 4 peajes por cerca de $240 Mx.
Piedra Herrada es un cerro y hay 3 lugares por los que se puede subir. En la vía Los Saucos – Toluca el más grande es el tercero en la carretera, sin embargo nosotros entramos por el primero donde no hay ninguna infraestructura, apenas un parqueadero y unos puestos de comida. Para subir nos exigieron ir con un guía, a quien le pagamos $150 Mx por los dos, pero éramos un grupo de 6 personas. El ascenso de 45 minutos es bastante empinado y polvoriento, para nuestros compañeros de grupo fue difícil seguirnos el paso así es que logramos zafarnos e ir a nuestro ritmo y pudimos pasar más tiempo con las mariposas. En el lugar pagamos otros $100 Mx por los dos para estar allí.
El espectáculo es… wow… en realidad son racimos completos de mariposas. Entre los claroscuros del bosque veíamos los racimos gigantes y las mariposas que volaban de un lado a otro. No nos permitieron internarnos en el bosque porque muchos racimos habían caído al piso y así los protegen para que los turistas no los pisen. Los minutos allí fueron maravillosos, nos pudimos apartar un poco de los otros visitantes y en silencio sentir el aleteo de las mariposas, ver sus colores, observar algunas de ellas de cerca, en fin, sentir que la vida se abre paso en los grandes y los pequeños seres del mundo.
Para regresar al DF tomamos la carretera 134 (libre, es decir sin pagar peajes), esta ruta nos tomó 1.5 horas.
Si vienen a México. Si es entre octubre y marzo. Visiten las mariposas monarca. Pero sobre todo: nunca digan nunca, vivir en México está resultando una experiencia maravillosa.
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