Nómadas: de Sudáfrica a Botswana

Dave nos hizo una oferta insuperable: llevarnos a Joburg por un valor muy pequeño ya que él debía llegar hasta allí para tomar un vuelo a Cape Town (con Dave: 100 Rands, sin Dave: 240 Rands en el bus más económico). Salimos a las 3 am de Nelspruit y llegamos a Joburg antes de las 7 am. Allí nos dejó en el hostal de un amigo suyo, Rob, quien fue absolutamente generoso con nosotros: nos recibió por algunas horas, usamos su cocina, su baño, nos llevó a comprar los pasajes de bus hacia Gaborone (Botswana), al supermercado y llamó un taxi para nosotros (si alguna vez van a Johanesburgo y necesitan un buen hostal al lado del aeropuerto / traslado gratis, escríbanme para los datos de Rob).

Del hostal fuimos en taxi al museo del Apartheid y de allí a la estación de buses (acordamos una sola tarifa de 350 Rands ~ USD 55 por ambos traslados con el mismo taxista). En Sudáfrica nos ha parecido que los taxis son carísimos, dice Rob que es la combinación entre un pésimo sistema de transporte público y los altos costos de la gasolina, un litro vale USD 1.5.

Salimos hacia Gaborone a la 2:20 pm en un bus básico pero decente (195 Rands c/u ~ USD 30 – 7 horas). Lo más memorable fue el cruce de la frontera, nos bajamos todos del bus, marcamos la salida de Sudáfrica, caminamos hacia Botswana y marcamos la entrada, todo tomó unos 40 minutos. Una persona no pudo entrar a Botswana (al parecer su pasaporte Sudafricano no era válido) y tuvo que bajar todas sus cosas del bus. Pasamos la noche en Gaborone y al día siguiente salimos para Francistown, con la ayuda de Cyprian, quien al principio entendió que éramos de Cambodia y nos ayudó a cambiar dinero y nos llevó luego a la terminal de buses. Este bus, más básico que el primero, sale hacia F/town cada media hora a partir de las 6:30 am, vale 90 Pulas c/u (~ USD 15) y se demora entre 6 y 7 horas (porque va recogiendo y dejando gente todo el camino). Hacía un calor infernal para nosotros pero nadie abría las ventanas porque es invierno y se supone que está haciendo frío, plop!

En Francistown nos quedamos un día más, literalmente haciendo nada 😀 De Francistown a Maun tomamos el bus de las 6:30 am (sale cada hora hasta la 1:30 pm, 84 Pulas c/u), parecido a los buses de Medellín en los años 80’s, con sillas metálicas que no se recuestan. De este bus nos hicieron bajar dos veces: una para control veterinario y otro control de la policía, así es que siendo miércoles al medio día, y habiendo salido de Nelspruit en la madrugada del domingo, al fin llegamos a Maun (en el último bus tenían publicidad de un nuevo servicio entre Joburg y Maun jajaja mahube@info.bw).

Botswana es un país con menos de 2 millones de habitantes, el 37% son áreas protegidas, está lleno de diamantes, no hay crimen, hablan Setswana (supuestamente también inglés), su moneda es el Pula (USD1 ~ 6.25 Pulas) y vinimos a visitar el Delta del Okavango y el parque Chobe. Dicen que aquí está la mayor población de elefantes del mundo y a parte de una cerca al norte de Maun, no hay cercas (ni siquiera en los campamentos) y los animales se mueven libremente.

En Maun nos quedamos en el Audi Camp (en las afueras de la ciudad), en nuestra carpa. Lo extraño no es dormir en carpa (todo el mundo lo hace), pero nuestra carpa 4 estaciones, color naranja intenso, pequeña (para optimizar el calor en la alta montaña), definitivamente resaltaba.

Aquí vimos muy de cerca gracias a nuestros nuevos amigos de Holanda (Martine y Jella), la cultura del campismo que está muy desarrollada en esta parte del continente. Son vehículos 4×4 súper equipados, que incluyen la carpa, casi siempre en el techo, y dependiendo del presupuesto, toda clase de accesorios. Ellos alquilaron uno “básico” en Joburg y era una pequeña casa rodante (se ve como un campero pero tienen todo lo necesario). Lo complementan un GPS, un teléfono satelital, buenos mapas y mucha actitud. Ellos por ejemplo durmieron en el Kalahari, sin absolutamente nadie en por lo menos 40km a la redonda, sin cercas, en la mitad del desierto y sintieron como una manada de leones pasó a pocos metros de su vehículo.

Finalmente, complementando nuestras agradables noches con los nuevos amigos al lado de una hoguera y un buen vino Sudafricano, hicimos un vuelo panorámico sobre el Delta del Okavango, en un avión de 6 puestos por un poco más de USD100 c/u. Es una experiencia memorable. El delta es imponente, casi infinito en el horizonte. Sobrevolamos a 150m de altura y pudimos ver elefantes, jirafas y diferentes antílopes, pero lo más impresionante es el delta en sí mismo, con colores y formas que parecen salidos de un caleidoscopio, nunca lo olvidaré.

Hoy (como parte de nuestro tour), nos pasamos a una habitación tipo carpa (gigante), con dos camas, baño, terraza hacia el delta y zona de bbq. Mañana comenzará nuestra aventura de 3 días en el delta (sector Moremi) y 3 días en Chobe, que termina en las Cataratas Victoria.
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Aunque van a leer esto después de que haya vuelto, deséenme suerte, estoy aterrada de pensar que voy a dormir en una carpa, sin cercas, en medio de la selva africana (glup).


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  1. Responder

    Laura

    Me encanta su viaje! Quiero ir a botswana tambien pero de nuevo.. volvemos al tema de visas. Al fin como hicieron, la sacaron en sudafrica? Lo hicieron desde colombia!

    1. Responder

      Alexandra C

      Hola Laura,
      Finalmente la tramitamos en Cape Town (aquí está la información: http://viajaliviano.com/2011/08/18/visas-zambia-zimbawe-tanzania-kenia-uganda-camboya-vietnam/) en realidad es un país increíble, nos encantó y quisiéramos volver. Avísanos si tienes otras dudas.
      Un abrazo,
      Alex.

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