Rumania, viaje en auto por la tierra de Drácula
Del 7 al 16 de agosto de 2023.
Bucarest
Llegamos a Bucarest la capital de Rumania, tras un largo viaje en bus de 15 horas desde Budapest en Hungría. Para nuestra sorpresa, la habitación que habíamos rentado en pleno centro de la ciudad, era mucho menos de lo esperado. El frente del edificio estaba totalmente derruido y su acceso interior estaba plagado de residuos de veneno para ratas esparcidos sin ningún cuidado por toda la propiedad. El interior de la habitación, aunque un tanto renovado, no escondía las manchas de sangre a lo largo de la pared dejadas por otros turistas incautos en su afán de pasar una noche libre se mosquitos. Siempre tratamos de escoger alojamientos con puntaje superior a 9 en la plataforma booking.com y esta no era la excepción. Solo en muy contadas ocasiones las calificaciones de otros usuarios no correspondían con nuestras expectativas.
Pues bien, con la frustración de no haber llegado a un buen lugar para dormir, pero con el alivio de que solo sería por unos cuantos días, nos dedicamos a comenzar el recorrido por esta ciudad.
Tomamos un mapa de uno los walking tours y lo hicimos a nuestro gusto apreciando las diferentes iglesias y edificios en donde resalta ante todo el Parlamento, catalogado como el segundo edificio público más grande del mundo y el más pesado.
Visitamos el museo de la ciudad para aprender de los Dacia, antepasados de este pueblo que luego se fueron mezclando primero con griegos y más tarde con romanos antes de caer en los dominios del Imperio Otomano. En su época, la concentración de romanos era tal que Rumania no solo debe su lengua a los romanos, sino también su nombre contemporáneo.
Dejamos la ciudad, no sin antes visitar el monumento a la revolución. Una especie de masa amorfa atravesada por un vástago y coronada con espinas de hierro que, pese a sus críticas y al poco aprecio que le tiene la población, sirvió como abreboca para comenzar a enterarnos del oscuro pasado comunista en donde Nicolás Ceaușescu lideró el último periodo cometiendo tales atropellos contra la población que, en 1989, esta se sublevó apresándolo y sentenciándolo con su su esposa a ser fusilado.
En Bucarest visitamos el restaurante Caru’ cu bere probamos el plato más tradicional del país, se llama sarmale y consiste en rollos de carne molida envueltos en hojas de col que se comen con polenta y creama agria. También es común en los menú de los restaurantes que haya vegetales encurtidos: pepinos, pimentones, cebolla y repollo son los más comunes.
Ruta por Transilvania
Decidimos rentar un auto para recorrer con tranquilidad la zona de Transilvania que cubre parte de la famosa cadena montañosa de los Cárpatos.
Monasterio Snagov
En el camino hicimos una corta parada en el Monasterio Snagov, donde se encuentran los restos del afamado conde Vlad III (El Empalador), la inspiración de Bram Stoker para crear al terrorífico Conde Drácula.
Siania
Nuestro primer destino fue Sinaia es una pequeña villa en la base de las montañas Bucegi que cuenta con una robusta infraestructura de pistas de esquí. A pesar de ser verano, el pueblo es muy visitado por su agradable zona central y cientos de rutas de caminata a lo largo de las montañas aledañas. Nosotros, que a duras penas estábamos recuperándonos de una pesada gripe, solo atisbamos a recorrer parte del circuito que lleva a la cima de la estación de esquí. La persona del centro de información turístico fue muy amable al darnos todas las indicaciones sobre las diferentes caminatas y nos informó de manera precisa sobre distancia, tiempo y clima.
En Sinaia aprovechamos para probar los langos, una masa frita cubierta de diferentes ingredientes (crema agria, ajo y cebolla en nuestro caso) que veníamos viendo desde Hungría y aún no habíamos degustado. Aunque es muy sabroso (y económico, es comida callejera) las frituras no son nuestros platos favoritos.
Brasov y Brand
Nuestro camino continuó hacia la población de Brasov, una ciudad ya mucho más grande e industrializada, en la región de Transilvania, que nos serviría como base para visitar el castillo Brand y quizás hacer alguna caminata por la reserva Piatra Craiului.
El castillo Bran es la principal atracción turística del país y es famoso por ser un lugar donde supuestamente pasó el conde Vlad III. Lo cierto es que el castillo nunca fue habitado ni visitado por el susodicho conde, pero si ha sido usado en numerosas filmaciones dado que su particular forma evoca el imaginario colectivo que todos tenemos de lo que es un castillo de terror. El castillo, que es propiedad privada de la familia que lo habitó antes de la era comunista, fue confiscado y devuelto a sus herederos en la primera década del siglo XXI y goza de un flujo constante de turistas incautos, como nosotros, que quieren ver algo relacionado con la novela, para encontrarse con decenas de habitaciones colmadas de fotografías y objetos envejecidos. Lo más interesante de la visita fue la exposición de objetos de tortura, la cual se paga con un ingreso adicional.
Luego nos enteramos que el verdadero castillo de Vlad, donde este habitó, se llama Poenari, está en ruinas y no está abierto al público porque goza de la visita de numerosos osos salvajes. La región también es popular por un refugio donde se pueden ver osos rescatados de la zona, pero nosotros, fieles a nuestra actitud de solo ver animales en estado salvaje, obviamos esta atracción y continuamos nuestro camino hacia el norte del país.
Viscri y Sighisoara
Tras una mañana un tanto convulsionada porque el malestar de Alex no nos permitió hacer el hiking en el parque Piatra Craiului, llegamos a la ciudad de Sighisoara con una corta parada en la población de Viscri, un tradicional puedo Sajón que, en épocas del Reino de Hungría, fue habitado por alemanes valerosos que lucharon contra la ocupación Turco Otomana.
Sighisoara no solo es popular por ser el lugar de nacimiento del Conde Vlad (Drácula) sino por ser patrimonio de la Unesco gracias a su fortaleza medieval como testimonio de la cultura sajona de Transilvania.
Biertán y Turda
Continuamos hacia Turda visitando antes la población de Biertán también famosa por su arquitectura sajona que recuerda aquellos pobladores alemanes que sirvieron como muro de contención para que el impero Turco Otomano no pudiera continuar su camino hacia el norte.
En Turda, visitamos una profunda mina de sal que al estar inactiva desde 1932 dio espacio para construir un pequeño parque de atracciones en el fondo del lugar. Diría que es una curiosidad que vale la pena visitar solo si estás de paso.
Como es usual, nuestro interés era más hacia la parte natural, así que visitamos la Garganta donde pudimos disfrutar de una agradable caminata que la cruzaba para luego rodearla por la parte superior y así ofrecernos visitas espectaculares del lugar.
Alba Ulia y Sibiu
Nuestra última parada, antes de regresar el auto en Bucarest y tomar un vuelo a Belgrado en Serbia, fue la ciudad de Sibiu. En el camino, nos dejamos sorprender por la citadel de Alba Ulia, la cual, a pesar de que no esperábamos mucho, nos asombramos tanto por el buen estado de conservación de sus catedrales y edificios públicos como por sus agradables cafés. La muralla ha sido construida a largo de muchos siglos, desde los primeros romanos, pasando por la época medieval hasta el Reino de Rumania cuando estaba en pleno apogeo. No por nada, fue elegida como el lugar donde de firmó la unificación de Rumania y Transilvania a principios del siglo pasado.
Ya en Sibiu, nos dejamos sorprender por lo que se dice que es la ciudad más bonita de Rumania con sus populares casas colmadas de numerosas ventanas que parecen observar a todos los transeúntes.
Dejamos Rumania felices de haber explorado algo de esta nación cuya historia se remonta a la época romana y que durante siglos ha sido gobernada por diferentes imperios. Nos encantó el fuerte sentido de identidad nacional de los rumanos, quienes orgullosos de su historia y cultura, están comprometidos a preservar. Si que echamos de menos la comida. Aunque disfrutamos de sus platos tradicionales con carne molida envuelta en repollo y acompañado con polenta, carne a la parrilla y diferentes estofados, no pudimos encontrar ese sabor espectacular y único que de vez en cuando se nos aparece en los lugares más inesperados.
Guía para visitar Rumania
Itinerario
Este es el itinerario que nosotros seguimos, las distancias entre las ciudades no eran muy grandes y los atractivos en cada una de ellas eran pocos, sin embargo podría extenderse el itinerario a un par de días en las ciudades donde solo estuvimos una noche.
- Bucarest: 3 días
- Sinaia: 1 día
- Brasov: 2 días
- Sighisoara: 1 día
- Turda: 2 días
- Sibiu: 1 día
Costos
Valores promedio en dólares de Estados Unidos, para dos personas (agosto 2023):
- Alojamiento: $46.5
- Alimentación: $42.6
- Actividades (total): $92.9
- Transporte (total): $300 incluye el alquiler del vehículo y la gasolina.
Alojamientos
- Bucarest: Casa Mendeleev
- Sinaia: Casa Flandria
- Brasov: Castanilor Studio
- Sighisoara: Venesis House
- Turda: Violet House (la dueña habla español)
- Sibiu: Alex Com
Nuestro siguiente destino en este viaje fue Serbia.