San Miguel de Allende, un lugar para pasar el resto de tu vida
Considerado por muchos “el pueblo más bonito de México“, San Miguel de Allende en Guanajuato, hace parte de los Patrimonios de la Humanidad de la Unesco y es uno de los lugares preferidos por muchos extranjeros como el destino ideal para pasar los últimos años de su vida.
Debo confesar que cuando apenas habíamos recorrido un par de calles, la idea empezó a parecernos viable. Ya habíamos sentido algo similar por Bariloche cuando en el 2002 visitamos por primera vez la hermosa ciudad de la patagonia Argentina, a tal punto que al regresar a Colombia (y durante mucho tiempo) hablamos de esa vida ideal en una pequeña librería, comiendo chocolates y planeando caminatas por las montañas.
En una palabra, San Miguel de Allende: enamora. Es difícil de explicar pero su encanto barroco se mezcla con el agradable clima de la sierra, la gastronomía globalizada, los acentos del mundo (dicen que hay personas de 63 nacionalidades viviendo allí) y en general una atmósfera bohemia que invita a quedarse para siempre.
Nuestra estadía de apenas un par de días no comenzó con ningún itinerario definido. Llegamos a Casa Rose Bed and Breakfast un lugar que elegimos por su buena puntuación en TripAdvisor, pero especialmente porque nos permitía quedarnos con Mono en la habitación.
El primer día deambulamos por el centro del pueblo: calles empedradas, fachadas de colores fuertes (naranjas, terracotas, mostazas y azules), fuentes en las esquinas, más iglesias de las que podemos recordar, delicias mexicanas a cada paso… una completa explosión de sensaciones a cada segundo.
El segundo día recorrimos el parque “El Charco del Ingenio“, el cual hace las veces de Jardín Botánico y Reserva Natural. Aunque no admiten perros, disfrutamos de una caminata de un par de horas entre las diferentes plantas mexicanas y admiramos a San Miguel desde el punto más al oeste del parque, donde una especie de mirador permite tener una panorámica de la hermosa población.
Posteriormente visitamos Atotonilco, santuario y lugar de peregrinación que para nosotros no tuvo mucho encanto más allá del contraste entre el mercado de baratijas religiosas y los fieles que recorrían sus calles orando y cantando.
Para finalizar continuamos hasta Dolores Hidalgo “cuna de la independencia de México” ya que allí se inició la sublevación contra España. Ignorando el valor histórico del lugar, nos limitamos a recorrer un poco sus calles y a probar sus famosas nieves en el parque principal.
Así terminó nuestra muy corta estadía en San Miguel de Allende. Con la nostalgia que evocan sus calles. Con el deseo de volver pronto. Con la ilusión de que la próxima vez sea para pasar el resto de nuestras vidas.
Datos útiles:
- Algunos walking tours para que descubras la ciudad, sin embargo bien vale la pena simplemente deambular y dejarse llevar.
- Sitio con información turística de los diferentes planes para hacer en San Miguel.
- El acceso a El Charco del Ingenio cuesta $40 Mx.
- En general no es un pueblo “económico”. El turismo y la explosión de extranjeros ha traído sus consecuencias, así es que los precios no distan mucho de lo que se encuentra en el DF.
- San Miguel se encuentra a 260 km de la Ciudad de México, saliendo por la vía a Querétaro.
- Nuestro lugar favorito para comer: Café Rama, nos lo recomendaron en Twitter y nos pareció espectacular: comida deliciosa (incluyendo opciones vegetarianas), buen ambiente, música en vivo y (lo más importante) ¡admiten perros!
@viajaliviano @VivaAerobus Al Café Rama, no pueden dejar de ir, se come o cena espectacular y una copa en el hotel Rosewood con una vista!!
— hector garcia g (@hectorgarciagra) August 2, 2013
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