El Sinaí en Egipto: buceo en el Mar Rojo y lugares bíblicos
Península del Sinaí – Egipto, 30 de septiembre al 8 de octubre de 2017
Viaje por el Mundo 2017 – Días 251 a 259
El Sinaí siempre fue una vaga referencia para mí. Era ese lugar desértico al que enviaron a algunos de mis amigos durante su servicio militar, así es que investigando un poco aprendí que Colombia hace parte de los países con presencia en el Sinaí como parte de la “Fuerza Multinacional y de Observación” encargados de garantizar que se cumpla el acuerdo firmado por Egipto e Israel en 1979, lo cual hoy en día no es necesario ya que hace varios años ambos países han mantenido la paz, sin embargo se conserva la presencia militar como apoyo ante los grupos terroristas de la zona. Lo realmente asombroso es que Colombia es el país que más soldados aporta de las 13 naciones que hacen presencia allí, un costo importante para el país cuyo beneficio no es tan tangible. También aprendí que no toda la península es insegura, de hecho la zona turística del sur-este, entre Sharm El Sheikh y Dahab, así como el Monte Sinaí se encuentran dentro de los destinos autorizados por las agencias de seguridad de países como Estados Unidos y Reino Unido.
Nuestro primer destino fue Sharm El Sheikh. Como estábamos en Asuan luego del Crucero por El Nilo, decidimos tomar un vuelo (con escala en El Cairo) ya que el trayecto en tren y bus nos tomaría más de 20 horas. Al llegar a nuestro hotel, el Queen Sharm, nos sorprendió encontrarnos con un mega resort todo incluido en el que pagamos cerca de US$45 por una habitación que vale normalmente US$250. Durante los siguientes días pudimos verificar cómo esta zona del país que solía recibir millones de turistas rusos ha tenido que bajar sus precios considerablemente para mantener los negocios abiertos, en espera de una recuperación que aún no se sabe cuándo llegará. Algunos se muestran optimistas ya que Rusia recientemente eliminó la prohibición a sus ciudadanos de visitar el Sinaí de nuevo, mientras que otros apuestan más a la llegada de orientales, especialmente de China.
Sharm El Sheikh: nuestra primera experiencia de buceo en el Mar Rojo
Una vez instalados buscamos opciones para hacer buceo y snorkeling los siguientes dos días. Encontramos una gran fluctuación en los precios lo cual nos generó algo de desconfianza, así es que optamos por una compañía con precio intermedio que nos dejó un paquete de dos días con un par de inmersiones diarias para David y snorkeling para Alex (con transporte, equipo y comida incluidos) en un poco menos de US$200. El primer día estuvimos en los arrecifes entre la Isla Tirol y la península y el segundo día en el Parque Natural Ras Mohamad. Al principio nos sentimos un poco decepcionados al ver que decenas de botes, cada uno con entre 30 y 50 personas, íbamos para los mismos lugares, sin embargo al llegar al agua nos sorprendió positivamente el buen estado de los arrecifes y la variedad de sus peces, definitivamente una experiencia que vale la pena y a un precio inferior al de otros sitios del mundo.
Isla Tirol
Ras Mohamad
En Sharm El Sheikh se pueden contratar otras actividades, sin embargo vimos que la mayoría de ellas se hacían alrededor de Dahab, donde imaginamos que tendrían un precio inferior (y así fue). En esta zona es difícil ser un viajero independiente, los resorts bloquean las playas por lo que la única forma de caminar es a través de grandes avenidas. No hay mucha oferta de restaurantes por fuera de los hoteles y aunque hay algunos centros comerciales se requiere de transporte para llegar a ellos. De hecho, para irnos a Dahab, apenas a 90km de distancia, tuvimos que contratar un transporte privado ya que nadie en el hotel supo explicarnos cómo llegar con transporte público.
Dahab
Al llegar a Dahab encontramos una atmósfera completamente diferente. Es un pequeño pueblo que si bien tiene como principal industria el turismo, no se siente tan artificial como Sharm El Sheikh. Allí decidimos quedarnos en Shams Hotel & Dive Centre, en una habitación doble con baño privado y desayuno por US$28. La ubicación nos pareció perfecta, el restaurante se encontraba en la línea de playa y desde el hotel era fácil caminar hacia todos los lugares importantes del pueblo.
Pasamos unos días muy tranquilos recorriendo las calles peatonales de Dahab, haciendo ejercicio, tomando café al atardecer o simplemente observando el mar, además de lo cual hicimos 3 actividades:
Ascenso al Monte Sinaí
Uno de los tours clásicos de la zona es ir a ver el amanecer al Monte Sinaí, la montaña en la que se dice Moisés recibió los 10 mandamientos. Para esto la opción más práctica es contratar un paquete que sale de Dahab a las 11 pm, llega a la base del monte a las 2 am para empezar a caminar y regresa a la ciudad a las 2 pm. El transporte y el guía (obligatorio para subir a la montaña) tienen un costo de 200 libras egipcias por persona. Para ascender a la montaña es recomendable usar prendas abrigadas ya que antes del amanecer hace bastante frío y llevar una linterna, en el camino hay varios lugares en los que se pueden comprar bebidas calientes y que cuentan con baños. Pasamos más o menos una hora en la cima de la montaña y luego descendimos por otra ruta que nos indicó el guía (un poco más empinada) para llegar al Monasterio de Santa Catalina, en la base del monte, donde se cree Moisés vio la zarza que ardía sin consumirse, de acuerdo con el relato de la Biblia. La visita al Monasterio no nos impresionó mucho, en realidad lo que hay para ver son obras de arte religioso las cuales en general no nos gustan.
Snorkeling en Las Tres Piscinas (Tree Pools)
Este lugar de snorkeling se encuentra al sur de Dahab, allí es posible sumergirse en unas piscinas naturales formadas por los arrecifes coralinos, saliendo directamente desde la playa, donde diferentes establecimientos ofrecen comidas y bebidas, así como la posibilidad de dejar las cosas mientras se está en el agua. Hacer snorkeling allí es muy fácil, en el hotel nos prestaron las caretas, tubos y aletas y nos ayudaron a contratar un transporte que nos llevó y recogió a las horas acordadas. Algo importante a tener en cuenta es que en la tarde, una vez la sombra de las montañas cae sobre las piscinas, es muy frío para estar ahí por lo que puede ser ideal ir en la mañana o al medio día.
Buceo en el Agujero Azul (Blue Hole)
Había visto fotografías del “Blue Hole” en los típicos artículos “x lugares del mundo que no sabías que existían” pero una vez más, la realidad superó la ficción. Hicimos una primera parada en la que David se sumergió para hacer buceo y yo snorkeling en un lugar llamado “Canyon” por la forma que tiene el arrecife. Después de esta primera experiencia en la que de nuevo quedamos sorprendidos por el buen estado del coral en el Mar Rojo, nos dirigimos hacia el norte rumbo a “Blue Hole”. Allí el ingreso se hace a través de un pequeño túnel que, obliga a los buzos a descender a través de una pared cilíndrica para después desplazarse hacia el Agujero Azul a través de un arco a 30m de profundidad. Yo hice snorkeling y la experiencia fue igualmente impresionante.
El “Blue Hole”, a pesar de estar a pocos metros de la costa, tiene una profundidad aproximada de 100m lo cual hace que sea ideal para quienes practican “freediving”, sin embargo también puede ser mortal para los buzos ya que ante un descuido es posible sobrepasar los límites de profundidad segura y algunos afirman que cerca de 200 personas han muerto allí (la cifra oficial es 40) al desorientarse y perderse en las profundidades, por este motivo se conoce también como el “cementerio de los buzos”.
Nos despedimos de Dahab con la dificultad que nos da dejar lugares paradisiacos como este. Una sensación similar a la que tuvimos en Gili (Indonesia), El Nido (Filipinas), Tofo (Mozambique) o Antalia (Turquía). Pensando que es un sitio en el que podríamos pasar el resto de la vida, o al menos, algunos meses (en la época menos caliente).
Recomendaciones para visitar El Sinaí
- Debido a la situación inestable de la zona, es importante informarse con anticipación sobre el estado de seguridad del lugar, la página del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación de España puede ser una fuente para consultarlo.
- Si se viaja directamente a Sharm El Sheikh por vía aérea, es posible adquirir una visa que sirve sólo para la Península del Sinaí, la cual es gratis y tiene una validez de 14 días. Si tu intención es ir a otras regiones de Egipto, se debe optar por la visa completa con un costo de US$25.
- Para viajar de Dahab a El Cairo tomamos el transporte con la empresa Go Bus. Tienen varias frecuencias al día pero algunos buses son sin aire acondicionado, lo cual nos pareció impensable. El recorrido se tarda 10 horas y nos costó 175 libras egipcias cada uno.
- El mejor lugar para comer en Dahab fue King Chicken, excelente relación costo-beneficio, en la noche suele haber mucha gente, mejor llegar temprano.
- El buceo en Dahab puede ser uno de los más económicos del mundo, ya que al hacerse desde la orilla se elimina el costo de desplazamiento en bote que puede ser alto en la mayoría de los lugares. Nosotros pagamos €25 por inmersión de buceo y €5 por un día de snorkeling (sólo el equipo). Si tuviéramos que elegir un solo lugar de los que visitamos en el Mar Rojo, sería sin duda el Agujero Azul, es donde más cantidad de peces vimos y la locación en sí es espectacular.
- Aunque en Egipto la mayoría de la población es musulmana, en la zona del Sinaí no hay una restricción tan sentida con respecto a la forma de vestir para las mujeres de otras religiones, de hecho es común ver a las turistas caminar en vestido de baño y no hay problema por bañarse en bikini.
Visita este post resumen sobre nuestra estadía en Egipto.
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